La salvia es una planta de gran poder que se relaciona con la Luna y con las virtudes femeninas.
Nombre común: Salvia, salvia blanca, salvia medicinal. El nombre proviene del latín salvare que significa “salvar” o “curar”.
Nombre específico: Salvia officinalis L.
Familia botánica: Lamiaceae
Hábitat:
Es originaria de la región mediterránea de Europa y norte de África. Muy cultivada en lugares soleados de todo el mundo en jardines domésticos por su uso culinario como aromatizante, especia y planta medicinal.
Descripción:
Salvia officinalis es un arbusto de raíz leñosa, pardusca y fibrosa. Fuertemente ramificado y perteneciente a la familia de las labiadas, comprende más de 400 especies. Sus hojas son opuestas, pecioladas, ovales rugosas y de un color gris verdoso; son persistentes en invierno gracias a un revestimiento de pelos lanudos que las protege. Sus flores de color azul rosado o lila, se agrupan rítmicamente en la base de las hojas superiores y todo el conjunto forma una especie de espiga. Todas las partes de la planta tienen un fuerte aroma y un sabor cálido y amargo.
La Salvia se relaciona con la luna y con las virtudes femeninas.
Principios activos:
Aceite esencial (hasta un 3%), constituido principalmente por α-tuyona (10-60%), ß-tuyona (4-36%), alcanfor (5-20%); Taninos.
Parte utilizada:
Hojas y sumidades floridas.
Propiedades medicinales:
Desde la antigüedad fue conocida por Dioscórides para “provocar la orina, el menstruo y el parto”. Contiene un estrógeno capaz de regularizar las funciones menstruales, estimula el útero. En China decían que curaba la esterilidad, mientras que las mujeres romanas la utilizaban para facilitar la concepción en épocas de guerra.
Los chamanes americanos la usaban para purificar los espacios y visualizar las enfermedades que no tenían diagnóstico.
Es un gran reconstituyente, regulador hormonal, antioxidante, antiséptico, astringente, depurativo, digestivo, expectorante, febrífugo, tónico, antiinflamatoria, antimicrobiana, antiasmática, diaforética, carminativa, diurética, tónico nervioso, emenagoga, estimulante, estomacal, vasodilatadora y vermífuga. Ayuda a drenar el exceso de líquidos del cuerpo, a liberar impurezas, descargar malas energías y frustraciones.
Usos:
Se utilizan todas las partes de la planta ya sea fresca o desecada, entera o molida. Internamente se ha utilizado en medicina popular contra resfriados, diarrea, exceso de sudoración, mordeduras de serpiente, dolor de garganta y muelas, enfermedades venéreas, enfermedades cerebrovasculares, alzheimer y también cáncer.
Las hojas, en infusión, se utilizan en el tratamiento de dolencias digestivas, respiratorias, problemas menstruales, síntomas de menopausia, infertilidad, tensión nerviosa y depresión. Tomada en ayunas a diario resulta hipoglucemiante.
Tiene acción estimulante del sistema circulatorio.
Externamente para tratar úlceras, alergias, picaduras, llagas, herpes, para cortar el sangrado de heridas y contra todo tipo de infecciones. Es un remedio contra toda inflamación de la boca, garganta y amígdalas. El aceite esencial calma las membranas mucosas. En loción o pomada se utiliza para tratar erupciones cutáneas, artritis, arteriosclerosis y en shampoo para eliminar la caspa.
Se emplea en gargarismos para tratar gingivitis, aftas, laringitis, faringitis y anginas.
En la cocina, utilizada como especia, favorece una buena digestión de las carnes por sus compuestos antioxidantes y conservantes.
En aromaterapia se dice que tiene un efecto beneficioso en personas con miedos, estrés y nerviosismo, especialmente en luna llena. Proporciona intuición y clarividencia, libera historias ocultas u oscuras.
Precauciones:
En el embarazo y lactancia porque disminuye la absorción de hierro y otros minerales. Puede resultar tóxica en dosis muy elevadas o consumo muy prolongado. Las personas que padezcan convulsiones no deben utilizarla ya que puede resultar neurotóxica. No se recomienda su uso en niñxs menores de 12 años ni en personas con problemas cardíacos serios.
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